ejemplos de uso del principio de reciprocidad en marketing

Esto se apoya en realizar de la reciprocidad una manera de ser, no algo puntual que solo usaremos en el momento en que deseamos vender.

El primer fundamento para emplear esto viene dado por un fenómeno del que se charla poco en Marketing (en tanto que no es muy políticamente acertado y varios ni lo tienen presente), pero es primordial.

6 ideas simples que puedes comenzar a utilizar el día de hoy mismo en tu compañía con el principio de la reciprocidad

A fin de que logres exprimir al límite este principio en tu negocio da, sea como sea, algo inesperado, personalizado y inolvidable.

  1. Ten un blog ¿Aún no tienes un blog? ¡Y qué esperas! Aparte de muchas otras virtudes de tener un blog, donde en este momento no entraré, puedes sugerir por medio de él contenido importante y útil para tus clientes del servicio y probables clientes del servicio. Puedes dar valor a bastante gente que, en la mayor parte de las situaciones, ni se lo aguardan.
  2. Da un ebook, guía, checklist… de manera gratuita para tus seguidores y suscriptores Así sea mediante las comunidades, o usando el correo electrónico caso de que poseas una lista de suscriptores, manda’ l información en el formato que creas favorable que sea atrayente, importante y de herramienta.
  3. Efectúa webinnars o trainings Crea tutoriales o formaciones sobre esos puntos que inquieten mucho más a tus probables clientes del servicio.
  4. Obsequia a tu cliente algo que él considere apreciado Como por servirnos de un ejemplo una rebaja para su cumpleaños, una exhibe gratis sobre un producto, una prueba de tu producto a lo largo de X días, una primera solicitud o sesión gratis…
  5. Participa en foros de discusión y weblogs Frecuentemente tu cliente potencial va por la red haciéndose cuestiones que tú, como compañía, como especialista, podrías arreglar. Intervienen en foros de discusión o weblogs donde tus probables clientes del servicio tengan algunas inquietudes y resuélvelas.
  6. No se olvide de agradecer… Es bien nacido ser complacido. Sé que es algo bastante evidente, pero frecuentemente lo olvidamos. Da las merced a tus clientes del servicio, tus seguidores de las comunidades, tus suscriptores, tus usados, tus distribuidores, ayudantes y todas y cada una esas personas que te asisten a continuar adelante con tu negocio. Una aceptable forma de agradecérselo es ofrecerles, en el momento en que creas oportuno, algo inesperado y apreciado para ellos. O, por poner un ejemplo, publicar una novedad atrayente sobre tu distribuidor mediante tu banco de información, de las comunidades…

El principio de reciprocidad desde la visión del marketing

principio radica en que para hallar una acción deseada por la parte de un prospecto, es requisito comenzar por asistirle y generarle valor. Es una manera de acercamiento que busca vencer la resistencia lógica, volviéndose una suerte de aliado o distribuidor de información importante que puede ser de su interés.

Desde esto no solo se logra hallar tener una aproximación diferente, sino da comienzo a una manera de relacionamiento apoyado en la seguridad, que transcurrido el tiempo provoca que den el paso esperado: lograr que un prospecto se transforme en cliente, que un aliado refiera a personas o hallar mientes de la compañía en medios.

Reciprocidad en las relaciones de todo el mundo

El trueque por reciprocidad era entre los medios de trueque entre las primeras civilizaciones y es muy recurrente en las relaciones de todo el mundo recientes.

Los países ejercitan el principio de reciprocidad en el momento en que aceptan adjuntado con otro país o gobierno pautas, deberes y derechos con tal de conseguir un trato recíproco. Por servirnos de un ejemplo: un Estado da un trato preferente a los inmigrantes de un país vecino con tal que reduzca las tasas y los aranceles.

¿Qué ocurre si no sucede nada?

Si bien no puedes obligar al receptor a accionar o retribuir tu esfuerzo de manera cierta, la acción ahora está llevada a cabo y la contestación del mercado o de cada cliente va a ser una condición para seguir o suspender la relación si no andas satisfecho.

La reciprocidad es transitiva. O sea que, si bien ha de ser bidireccional y necesita una contestación, el valor primordial a buscar es el fortalecimiento de la relación, no la contestación instantánea en sí.

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