Debemos usar la mercadotecnia no como un medio de vender un producto o un servicio, debemos orientar nuestros sacrificios a procurar vender nuestra marca. Pero, ¿qué sucede en el momento en que el mercado está copado por distintos fabricantes? Ahora entendemos que el cliente o prospecto es muy reluctante en el momento de mudar de deseos, pero lo infiel está en la marca. Claro que hay prospectos que sí son leales o que tienen una marca preferida. Tanto para este género de clientes del servicio como en los precedentes, la Ley de categoría es primordial para las compañías.
Para aquellas fabricantes que deseen acrecentar su cuota de mercado o que deseen ingresar en determinados mercados en los que hay un denominador claro, puede utilizar la Ley de categoría en su favor. La Ley de Categoría nos comunica que si no se logra ser el líder en un mercado, la opción mejor es hacer un nuevo mercado en el que si lo tengamos la posibilidad ser, por servirnos de un ejemplo, la marca de de deportes Porsche veía como año a año su cuota de mercado de de deportes bajaba a cargo de los modelos mucho más poderosos de fabricantes como BMW, Audi o Mercedes. De ahí que en 2006 decidió sacar un modelo SUV, el Porsche Cayenne.
Ley de la escalera
La ley de la escalera se asocia con la imagen que tiene el cliente de un producto con relación a la rivalidad. El hombre, para sintetizar todos y cada uno de los modelos de las distintas fabricantes que ya están en el mercado, organiza en una escala imaginaria las fabricantes y modelos que elige de cada categoría de producto.
Las escalas cambian de longitud dependiendo del número de productos de distintas fabricantes que conozcan al sujeto.
Ley del marketing = Ley del liderazgo.
Es preferible ser el primero, que ser el más destacable.
Comencemos con la primera de las leyes del marketing. Para comprender esta ley se utiliza siempre y en todo momento el próximo ejemplo:
Si es imposible ser el primero en una categoría, lo idóneo es hacer una exclusiva donde se logre ser el primero
Es muy posible que no consigamos ser los primeros de una categoría específica, pero esto no impide que no seamos capaces de hacer este pequeño océano azul donde ofrecemos a luz una exclusiva categoría donde ser los primeros.
A priori esto frecuenta semejarnos irrealizable, es habitual. Los desafíos jamás son simples, exactamente de ahí que son desafíos. Como punto de inicio, me agrada esta pregunta que debemos hacernos a nosotros: ¿exactamente en qué somos mejores que nuestros contendientes?
Te puede atraer…
¡Horror! ¿Quién se llevó mi nicho?
En el momento en que el posicionamiento de tu compañía no coincide con el de tus (probables) clientes del servicio.