En los últimos tiempos, y mucho más singularmente desde la pandemia, la figura del influencer se fortaleció mudando el panorama comunicacional de las fabricantes y convirtiéndose en un pilar clave en las planificaciones de PR de las compañías que procuran ganar la probabilidad y seguridad de los usuarios de manera próxima y eficaz.
Pero, ¿dónde reside el éxito de los prescriptores? Precisamente en los que dejan llegar, de manera segmentada, conjuntos de personas que se reúnen cerca de un interés especial. Si a esto sumamos la revolución en la manera de interaccionar con los contenidos que produjo TikTok, no cabe duda de que el día de hoy los usuarios procuran desarrollar vínculos de cercanía y seguridad tanto con el contenido que desarrollan como con el que consumen.
La estrategia popular centrada en los entusiastas
Todas las compañías desean tener su página web y concretes sociales, es prácticamente un estatus entre hombres de negocios: « Yo tengo 15.000 fanes y 20.000 seguidores en twitter, yo tengo 5.000 suscriptores, yo tengo, yo, yo, yo…». Aquí empieza el inconveniente de base de toda estrategia popular, el JJOO como centro, en lugar de orientar la estrategia popular al FAN.
El paso inicial para lograr producir red social con relación a la marca es reemplazar el yocentrismo por el fancentrismo. Y de ahí que debemos comenzar por la base: da lo mismo la extendida que sea tu lista de seguidores en comparación con la de tu rivalidad, lo que importa es comprender qué y de qué forma opínan estas personas (seguidores) y qué tenemos la posibilidad de dar a fin de que sean verdaderamente nuestros fanes.
Qué es el fenómeno fandom
En resumen, el fandom es un conjunto de individuos que distribuyen de manera en línea una pasión o un sentimiento sobre una causa cierta. Bien puede ser hacia un individuo conocida, un concepto, una película, etcétera. Lo más esencial de un fandom es el nivel de deber con la marca y la capacidad de ser activos en redes.
Con toda esta información «solo» nos queda imaginar sus opciones futuras:
Pongamos un caso de muestra: ver la final de la NBA desde el sofá de casa, pero tal y como si estuvieses en las gradas. En el planeta deportivo, se prevé que la afición que esté en el hogar influirá en el resultado de los partidos (sus voces se van a escuchar en el campo de juego) como lo realiza el público presente de hoy.