cuál era el objetivo de la operación market garden

Fotograma de la película ‘Un puente lejanísimo’.( Rob Mieremet / Anefo – Nationaal Archief / WIKIPEDIA)

Empujados por el éxito del desembarco de Normandía y atizados por estimar dirigir una enorme ofensiva pese a estar bajo las órdenes estadounidenses, el prominente mando británico puso los ojos a la ocupada Holanda. Fue el mariscal Montgomery quien inventó a Market Garden: cultivar los Países Bajos de paracaidistas ingleses, estadounidenses y polacos que tomarían los primordiales puentes, mientras que la infantería mecanizada les iba uniendo por carretera. La iniciativa parecía fácil y el plan conducía hasta atravesar el Rin en Arnhem, quedar a las puertas de Alemania y, de forma segura, terminar la guerra a fines de 1944. Lo que, como la historia nos comenta, no ocurrió.

Causas del fracaso de la Operación Market Garden

Las causas de la derrota semejan ser distintas, si bien el intelecto británica y sus reportes errados sobre el estado de las fuerzas alemanas fueron definitivos, el mal tiempo para el acompañamiento de cazas y recursos aéreos tampoco asistió (semeja que solamente un diez% de los abastecimientos alcanzaron sus propósitos).

Lo que sería una operación de pocos días se transformó en una semana terrorífica (del 17 al 25 de septiembre). En un principio las fuerzas aliadas han tomado múltiples puentes holandeses en el sur, pero varios de los primordiales mucho más al norte, entre ellos el de Arnhem, fueron retomados y protegidos por un improvisado y efectivo plan alemán.

Bastante lejano

A unos 20 km de distancia del Cuartel General del general Browning, instalado en las alturas de Groesbeck, los aparatos de transmisión padecieron esenciales averías o fallos y la división de Urquhart perdió el contacto con Arnhem. El plan de Montgomery ahora iba mucho más retardado de lo sosprechado, pero en líneas en general parecía según con lo predecido. A lo largo y ancho de la región de Market-Garden ahora había en Holanda unos 20.000 soldados socios de élite prestos a tomar los puentes para sostener abierto al corredor del ejército blindado que debía irrumpir el Ruhr.

Desde su rincón en el canal Mosa-Escalda, el teniente general Brian Horrocks, comandante del XXX Cuerpo de Ejércitos británico, dio orden de comenzar el ataque y pasar a la etapa Garden, por la carretera que iba hacia el norte en dirección Valkenswaard-Eindhoven, una vez consumado el ataque aerotransportado. Trescientos cincuenta cañones asolaron las situaciones alemanas en el achicado espacio de un quilómetro y medio por siete de hondura. Por ahí, siguiendo la citada carretera, avanzaron los cientos y cientos de tanques y automóviles blindados que cruzaron la frontera de holanda. Todo parecía ir bien pero, soportando el profundo fuego, los alemanes contraatacaron desde situaciones bien camufladas a los dos lados de la carretera. Su resistencia fue considerablemente más dura de lo sosprechado. El general Horrocks había aguardado recorrer los 19 km hasta Eindhoven en 2 o tres horas, pero al atardecer solo cubrió diez km hasta Valkenswaard. Un retardo esencial.

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