La protección de datos es tomada muy seriamente en la Unión Europea y, consecuentemente, asimismo en España, como Estado integrante que es. Esto establece el contexto normativo en el que se desarrollan acciones de promoción comercial como el dirección de correo electrónico marketing, que deberán hacerse desde el respeto a las reglas.
Estas reglas son: la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD); la Ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de la información y de comercio on-line (LSSI) y el Reglamento 2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 27 de abril de 2016, relativo a la protección de la gente físicas en lo que hace referencia al régimen de datos personales ahora la libre circulación de estos datos, y por el que se deroga la Directiva 95/46/CE (Reglamento general de protección de datos).
No debemos agarrar ningún apunte de carácter personal sin registrar el fichero donde se guardarán en la Agencia De españa de Protección de Datos. Hay 2 opciones frente este punto en dependencia de dónde almacena esta información: si usa MailChimp u otra app que tenga sus servidores fuera de UE o si emplea Mailrelay u otros con los servidores en la UE. Vamos a describir el trámite general para los dos casos y después el paso agregada a proseguir para la situacion de MailChimp.
Todos entendemos que la newsletter es un plan muy habitual, usada para capturar suscriptores y fidelizarlos a través del e-mail, y toda la información que se comparta con ellos en el momento de hacer llegar, debe realizar la normativa vigente en el RGPD.
Dada la legislación de hoy, vamos a centrar este capítulo en lo más esencial en el momento de cumplir esta normativa: conseguir, de manera explícita, el permiso de los clientes para recibir tus correos, cumpliendo con el artículo legal en tu newsletter.
No gestionas leads, gestiones identidades
El correo electrónico marketing es inseparable de las regulaciones de protección de datos por una razón fácil y visible: la materia prima de toda campaña de y también- e-e correo electrónico marketing son los datos personales.
Todas y cada una de las comunicaciones comerciales tienen por destino alguna persona cuya información personal es gestionada con el propósito de dirigir las comunicaciones comerciales. Aquí nace la madre de todas y cada una de las escasas trazas: la creencia de que estos datos nos forman parte.
Conservación
Este se encuentra dentro de los puntos menos clarificados en el Reglamento General de Protección de Datos o RGPD. No se nombran medidas específicas alén de la obligación por la parte del responsable de concretar en las cláusulas el tiempo de conservación de los datos.
Aparte de todos estos pasos que tienen que seguirse en lo que podríamos llamar los preliminares de la relación compañía-usuario, hay que dejarle la puerta bien abierta. Esto es, cada correo que reciba el sujeto debe constar de un link aparente para darse de baja.