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Hace solamente 48 horas cruzaba la misión en entre las maratones alpinas mucho más duras y hermosas del mundo: la Canfranc-Canfranc. Tras vivir una experiencia única y extrema; impresionante y agotadora, llega la paz interior y la reflexión.

La pareja, en el foco de las tensiones

En el abanico de los inconvenientes surgidos por el coronavirus van a poder manifestarse asimismo discusiones con nuestra pareja. El exceso de convivencia en un contexto no exactamente de vacaciones asimismo va a poner a prueba a las parejas adultas, poco habituadas a lidiar con temas como trabajar con los pequeños a su alrededor pidiendo cosas o con tareas y obligaciones de la vivienda antes inexistentes. Va a ser esencial negociar quién hace qué y detallar turnos para esto. Probablemente asimismo va a haber que combatir contra la inclinación natural que sea siempre y en todo momento exactamente el mismo quien acepte los inconvenientes y cargas poco comúnes.

Si bien el sueño de varios haya sido trabajar desde casa, por supuesto la iniciativa no era esa. El confinamiento familiar no estimula las mejores condiciones para trabajar, exactamente pues uno tiene la posibilidad de tener la cabeza en otra cosa. Las interrupciones de los hijos y sus solicitudes, unido a la falta de reglas y reparto de permisos con tu pareja, tienen la posibilidad de producir discusiones. Eludir el cotejo desde la actitud va a ser viable aplicando estas posiciones:

¿Cuáles son las peculiaridades?

  • Son muy intensos. Es algo que describen sus progenitores con cierta frecuencia. Son pequeños con una intensidad sensible desaforada; que manifiestan todo de manera extrema, tanto la alegría como el enfado o la pena. Pequeños que viven todo con entusiasmo y pasión. A quien les cuesta parar y estar quietos.
  • Son demandantes. Precisan atención continuada. Todo es poco y siempre y en todo momento desean mucho más. Llevado a todos y cada uno de los campos: cariño, cariño, tiempo, dedicación, atención…
  • Son impredecibles. Lo que marcha el día de hoy es posible que mañana no nos ayuda, o sea, en ocasiones es posible que ayuda un procedimiento para comer, reposar, calmarse o aun para jugar, pero mañana quizás eso mismo no ande.
  • Tienen enorme sensibilidad, tanto a nivel físico como a nivel sensible. Perciben cualquier estímulo, cambio o emoción. Precisan que el ambiente protega y preste atención a esta sensibilidad. Los ruidos, estímulos y el ambiente tienen la posibilidad de sospechar un enorme reto. De esta manera que las conmuevas son profundas y de esta forma lo expresan.
  • Detallan enorme necesidad de contacto físico. Precisan que les cojan, los duerman en los brazos, los pongan en el pecho, duerman con ellos, les den cariño, les cojan de la mano, sentir el cuerpo del otro… Sears lo detalla como irrealizable dejar de sostenerlos. Tienen la necesidad de estar cerca del adulto, frecuentemente tiende a ser de su madre.
  • Son hiperactivos, esto es, de actividad excesiva y también ininterrumpida. Están siempre y en todo momento en alarma, pendientes, con el tono muscular prominente (hipertónicos), tal y como si tuviesen que llevar a cabo algo, «siempre y en todo momento dispuestos para la acción».
  • Son absorbentes. Quienes lo viven lo describen como pequeños que semejan no parar jamás, que absorben la energía del resto y siempre y en todo momento precisan cada vez más y más.
  • Se nutren muchas veces. El acto de ser alimentado les genera tranquilidad y calma. Frecuentemente no es la necesidad de alimento, sino más bien de succión o tranquilidad, de sentir contacto y atención. Todo el desarrollo que comporta les hace sentir confort.
  • Se dan despertares usuales. Pese a su actividad continua, no precisan reposar bastante. Además de esto se despiertan recurrentemente durante la noche o hacen siestas cortas.
  • Se detallan insatisfechos. La sensación que emiten es insatisfacción. Semeja que por más que luchamos por venir a todo, jamás están conformes. No nos culpamos de esto, no es necesario buscar responsables.
  • No tienen idea calmarse solos. Precisan del otro para tranquilizarse, reposar, tener instantes de tranquilidad y relajación. Les cuesta contenerse y autorregularse.
  • Son muy sensibles a la separación. Detallan angustia frente al instante de separación de los progenitores, más allá de que se intente otros cuidadores populares. Si bien vaya pasando el tiempo esto no cambia y puede aun acentuarse.

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