Una vez aclarado el término, ahora vamos a tratar con mayor hondura todas las 4 cambiantes del mix de marketing.
-Producto El producto es la variable más especial del marketing mix en tanto que abarca tanto los recursos como los servicios que comercializa una compañía. Es el medio por el que se complacen las pretensiones de los usuarios. Por consiguiente, el producto debe centrarse en solucionar estas pretensiones y no en sus especificaciones, así como hacía años atrás.
Precio
El valor es la única una parte de las 4 P del marketing mix que se hace cargo de producir provecho para tu compañía. Por consiguiente es de escencial relevancia realizar un óptimo análisis de costes en el mercado pues esto afectará a toda la estrategia de marketing mix.
Este ingrediente siempre y en todo momento va relacionado a un término básico en economía que es la ley de la oferta y la demanda. Con esta ley es requisito adecuar el valor al producto tal como poder calcular las ventajas que puede enseñar.
Promoción
Es habitual que al nombrar la palabra “promoción” la asociamos con promociones y descuentos, pero verdaderamente hablamos de todo lo que es necesario para ti para visibilizar tu marca.
La meta es lograr que tu iniciativa de valor y mensaje de marketing llegue a la gente adecuadas en el instante acertado. Para lograrlo, hay distintas formas como el Marketing clásico, el Marketing directo y el Inbound Marketing.
Promoción
Charlar de promoción es charlar de todos esos canales o medios que van a dar a comprender nuestro producto o servicio. Aquí se abarcan los medios habituales (vallas de publicidad, avisos en radio o televisión, etcétera) y, como es natural, todo lo relacionado con los medios digitales (propaganda en buscadores web, campañas de influencers, banners en una página, etcétera.)
La manera ideal de llegar a nuestro público es por norma general con la combinación de distintas tácticas, previo estudio de puntos como la edad, el sexo, los hábitos o pretensiones, etcétera.
Tácticas de distribución
Poniendo a nuestro cliente en el centro de la estrategia, se puede distinguir entre tres tácticas de distribución distintas:
- Distribución intensiva: El primordial propósito de esta estrategia de distribución es llegar al límite número de establecimientos viable y es muy propio de los modelos rutinarios o que usamos en nuestro día a día. Por poner un ejemplo, una marca común de chicles o Coca-Cola tenemos la posibilidad de decir que prosigue esta clase de modelo; tenemos la posibilidad de localizarlos en estaciones de servicio, mercados, tiendas de gominolas, estancos, máquinas expendedoras… Procuran cubrir el mayor número de puntos de venta probables.
- Distribución selectiva: En este modelo de distribución la compañía opta por un número achicado de puntos de venta y normalmente tienen que cumplir algunos requisitos. Por servirnos de un ejemplo, tenemos la posibilidad de meditar en fabricantes como Pandora o Tous que, si bien tienen tiendas en única, asimismo puedes localizar sus modelos en zonas exclusivas para estas fabricantes en El Corte Inglés.
- Distribución única: En este sentido la marca otorga al distribuidor la única del producto, o sea, se limita su comercialización a uno o unos pocos establecimientos. O sea, se busca acrecentar el prestigio de la marca y su situación en el mercado, logrando que el cliente se sienta único en el momento en que consigue ese producto. Por servirnos de un ejemplo, pensamos en fabricantes de mucho lujo como Prada o Chanel.